viernes, 20 de septiembre de 2013

Bolígrafo negro en vena

Te adoro, bolígrafo de tinta negra.
Todos los días me laten las sienes
voluptuosamente, pidiéndome su dosis.
Agarro el boli y se van calmando, 
las muy adictas.
Entonces, salen las líneas desde las visceras,
en breve me encuentro en trance.
Dejar de escuchar el ruido a mi alrededor,
gracias a tí, humilde bolígrafo.
Espero aportarte un poco más de paz que 
en tu anterior vida como firmador de hipotecas.
Suspiras de placer entre mis dedos, 
sombreando pezones.
Ahí está, nuestra última camada.















2 comentarios:

  1. Veig aquestes tintes, com una amorosa i altiva representació de la feminitat... Sense odi, sense llímits. Ens dones mil dones, per a que les coneguem... Gràcies.

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    1. Creo que has aportado cosas que ni yo misma sabía.
      Porque, realmente, mientras dibujo, mi estado es totalmente
      sonámbulo a la par que placentero. Gracias a tí, por disfrutarlas.

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